29.11.07

jaikus de Kerouac: 'neones zen' de Luis Muñiz y entrevista

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más sobre K y sus jaikus aquí
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28.11.07

bienvenido: *afterpost*

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Rosa Benéitez Andrés, Pablo López Carballo, Jara Calles, Teresa I.Tejeda y Miguel Espigado han puesto en marcha *Afterpost*. Arranca con una reseña de Estudio de lo visible de Mariano Peyrou:

(pincha en la imagen si quieres visitarlo)
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24.11.07

en el buzón: *Amastris* de Roger Santiváñez

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Roger Santiváñez. Amastris.
Viña del Mar, Chile:
Ediciones Altazor, 2007.




Triángulo isósceles


Rompe los vidrios a qué te sabe tu té
Dime si anochece en ti rompe los vidrios
Compré galletas rosadas para tu mejor
Amanecer pero no volviste a sonreir

Eso ya fue otro sino ¿Cómo te llamas?
Nunca te has llamado frente a la ciudad
De Lima rompe el mar y hallas
Nombres diseminados por la playa

Es que allí fue el amor el acto más
Lindo de la noche en un Volkswagen
Nosotros tres yo ella & ella nada
Existe sólo las olas los vidrios rotos

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21.11.07

Insistir en la resistencia: Eduardo Milán

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Eduardo Milán.
Resistir: insistencias sobre el presente poético.
México D. F. : FCE, 2004


Si como dice Eduardo Milán (Rivera, Uruguay, 1952) al principio de su libro, “[t]oda escritura nace de una herida que nunca cicatriza porque su abertura es la posibilidad de la escritura”, Resistir, texto que ahora reedita el FCE, es herida de una herida, herida doblemente abierta, que crece entre el impulso de escritura y la reflexión sobre la naturaleza de tal impulso. Es (además) un libro marcado por cierta voluntad de inmediatez y urgencia ante un presente poético amenazado en el que tensión crítica y radicalidad a menudo son sustituidas por la complacencia y la comodidad. De ahí que, aunque el área predominante de Resistir sea la poesía latinoamericana, su reflexión trascienda lo latinoamericano —al menos en cuanto al apunte de los problemas— para convertirse en un valioso diagnóstico de la situación poética en lengua española en general. Un diagnóstico, por otra parte, que viene avalado por una de las excepciones más singulares a la atonía poética actual, como prueba la reciente publicación de Querencia, gracias y otros poemas (Galaxia Gutenberg, 2003).

Para Milán, la escritura hoy (entendiendo el hoy a partir del romanticismo y del nacimiento de la modernidad) supone un ejercicio de convivencia con la nada. Un transitar el lado de lo que pensadores como Adorno o Blanchot calificaron de negatividad. Es el desierto o el destierro de toda afirmación: pese a la conciencia de esa nada original que pende sobre cada poema, escribir (y —acto reflejo— uno piensa en el singbarer Rest celaniano, resto cantable en que el no y el sí se entrelazan en única sombra). La negatividad inherente al poema da cuenta asimismo de una pérdida de identidad que señala “la conciencia del no-lugar de la poesía en el mundo” y que explica que, para Milán, el acto poético se instale, en el albor de las vanguardias y para siempre, en la errancia. A lo largo de todo el libro, Milán insiste en que el verdadero desafío del poeta contemporáneo (muertos los temas, desaparecida la experiencia) se plantea en una dimensión formal, en que el poeta se ha convertido en un técnico, experto en la “manipulación de códigos poéticos” En cercanía con el razonamiento de Milán, Lacoue-Labarthe ha pensado el poema post-Auschwitz como poema de la decepción, un poema en el cual sujeto y sentido han sido anulados por la catástrofe; por eso quien habla en el poema es ya el poema mismo. En numerosas ocasiones Milán se refiere a este hablar del poema que ya no depende de la garantía de un sujeto portador de sentido, sin embargo, sitúa su origen en la anterioridad de un evento literario: la aparición de Un coup de dés de Mallarmé. Sin lugar ni titular, pero lejos de la nostalgia, es en su condición errante —que también puede ser entendida como resistencia ante cualquier apropiación canónica— donde el poema parece mostrar una nueva dimensión utópica, la cual le permite establecer una relación decisiva con el pasado y convertirse en lectura genealógica en virtud del presente. En ningún caso se trata —y esto es crucial para Milán— de retorno, sino de reinvención, de profesar una mirada crítica sobre ese pasado y recuperar sus periferias. De esta manera, lo que Milán llama poesía de lo posible desarrollaría su potencial contradiscursivo: “en la elaboración de una estética paralela, en una mirada segunda, reside la posibilidad de una alternativa válida al impasse que estamos viviendo. La poesía de lo posible se cargaría no de su propia distensión presente, sino de una tensión relegada por la estética canónica, que ha latido siempre y que, todavía, late”. Esta operación crítica sobre la tradición no sería, en rigor, más que la extensión en el tiempo de la constante oposicional, del resistir, de todo poema, pues “la poesía es un arte que tiene cierta dialéctica, como toda forma de arte, que juega en oposición al orden del mundo”.

Todo el análisis de Milán, en definitiva, es consecuente con una agenda particular que, a partir del juego entre título y subtítulo, abordaría principalmente dos aspectos: por una parte, señala las
insistencias en la necesidad de una conciencia crítica del lenguaje y del trazado –como si dijéramos— de una sintomatología problemática y sus puntos de fuga; y, por otra parte, es muestra de las resistencias, es decir, propone un esbozo tanto de una tradición otra, basada en dicha conciencia, como de sus posibles continuadores en el presente latinoamericano. Estas resistencias se situarían a lo largo de una línea que empieza en Darío y se continúa con los principales representantes de la vanguardia latinoamericana y “los maestros herederos” de ésta (Huidobro, Vallejo, Neruda, Girondo; Lezama Lima, Paz, Parra, Haroldo de Campos, Rojas, etc.), para desembocar en el presente en la radicalidad de poéticas como las de Perlongher, Echevarren, Deniz, Kozer, etc. Sobra decir que entre éstas últimas figura, por derecho propio, la de Milán.

Si acaso una última insistencia para hablar de una (esta) radicalidad que radica –y no es mero barroquismo sino etimología— en una búsqueda constante de la raíz: tanto en el poema como en cada mirada escrita sobre él; por eso, la lección de un libro como
Resistir no es que ratifique el poder de una escritura ni la capacidad de una mirada crítica, sino el hecho de que ambas constituyan un solo gesto indisoluble y coincidente.

reseña publicada en la revista Hermes Criollo núm. 8 (Montevideo)
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19.11.07

carnets de lo soñado (2)

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se trata de una capilla románica, una de las salas de los Cloisters recientemente visitados. De lo alto de las paredes encaladas cuelgan objetos incomprensibles. Uno de ellos se asemeja a una puerta apaisada (hay otras posibilidades pero de aire alemán: el ala que cobijó al ángel de Wenders o una de las gigantescas de Kiefer –la intuición, sin embargo, insiste en que se trata de una puerta). Sucede que una voz comienza a comentar la obra. Ese timbre, cierta cadencia engolada... hasta que caigo en ello, nada menos que el poeta Alfajor flotando en la vanagloria: «Esta pieza perteneció a mi familia, era una de las puertas de nuestro palacio». Quiere mi malicia aguzar los ojos para invocar la metamorfosis: la madera venerable parece transformarse ya en una superficie metálica que (paulatina, indudablemente) cobra brillo hasta concluir en la puerta frontal (sic) de un Thunderbird rojo último modelo. A ver si el vate reclama también su propiedad
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18.11.07

malas escrituras: Julio Prieto

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«A un nivel muy básico, se trata de estudiar las manifestaciones textuales de lo que en el campo de las artes visuales constituye una oposición bastante nítida: aquella que distinguiría un estilo clásico, “pleno”, de óptima eficiencia y un estilo “imperfecto”, sucio, técnicamente deficiente o desaliñado. Sería la diferencia, digamos, entre John Ford y Jean-Luc Godard, entre Frank Sinatra y Bob Dylan, entre Velázquez y Picasso, entre Walt Disney y South Park

De todo ello habla Julio Prieto en su página "malas" escrituras (pincha en la imagen):



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16.11.07

carnets de lo soñado (1)

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«Todo sueño es un viaje. Y así paramos en ellos como en una ciudad o paraje extraño donde nada podemos hacer. Todo sueño nos deja como solemos estar, en un lugar desconocido donde hemos llegado por error.» [María Zambrano, Los sueños y el tiempo]



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en la clandestinidad de la casa ajena ardían imágenes de placer, se doblaban los cuerpos bajo el agua de la ducha. Me visto en la habitación extrañamente soleada, la luz se filtra desde unos ventanucos en lo alto de la pared, me seco con una toalla y entonces oigo retazos de una curiosa conversación:

-------------------«lo que me inquieta
-------------------no es el moho de la toalla,
-------------------sino el clima de este lugar»,

dice una de las voces. No hay dudas, se trata de una casa cubana (su hospitalidad queda manifiesta en las zapatillas que alguien ha dejado a la puerta de mi cuarto). Cuando entro al comedor, amigos y especialistas discuten animadamente sobre teatro del Siglo de Oro: algo me ratifica, siempre llego de otra parte



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12.11.07

retales para Gamoneda


He envejecido dentro

[retales para Antonio Gamoneda]



1.- Sobre Descripción de la mentira

Si se cumple el famoso imperativo de Benjamin de pasarle el cepillo a contrapelo a la historia en el relato de Gamoneda es porque queda claro que, en él, hablar de la historia equivale, necesariamente, a señalar una grieta profunda de silencio:

Los que sabían gemir fueron amordazados por los que resistían la verdad, pero la verdad conducía a la traición.

Algunos aprendieron a viajar con su mordaza y éstos fueron más hábiles y adivinaron un país donde la traición no es necesaria: un país sin verdad.

Era un país cerrado; la opacidad era la única existencia.


El olvido, la retracción, la mentira —las zonas negativas— se convierten en los temas privilegiados de un relato consumido en la enunciación obsesiva de los reversos: “La realidad se ahuyenta en estos labios tan sólo expertos en formas invisibles”. Contrahistoria, entre la muerte y la memoria, en la invocación de la memoria de la muerte.

Gamoneda vía Blanchot: escribir para poder morir.
Gamoneda vía Agamben: escritura como testimonio, tarea del superviviente.

Tal vez de ahí venga ese tú metamórfico (posibilidades: forma del amor, del yo, de la amistad, de lo colectivo, etc.) en fuga. Invocarlo es hablar a una sombra.

O la espectralidad de la voz del superviviente, la de un sujeto poético agotado (“guárdate de mí porque la negación ha tocado mi cuerpo”), cuya mirada sólo parece capacitada para la percepción de la finitud porque su “lucidez está ofrecida a la muerte”. No extraña, por tanto, la inercia interrogativa como suspensión del concepto de verdad:

No recurriré a la verdad porque la verdad ha dicho no y ha puesto ácidos en mi cuerpo.

¿Qué verdad existe en el vientre de las palomas?

¿La verdad está en la lengua o en el espacio de los espejos?


El valor crítico del poema podría residir entonces en lo que Keats llamó negative capability, es decir, en esta cancelación de la posibilidad afirmativa.

Pensar un libro como Descripción de la mentira en sus coordenadas más estrictamente históricas, frente la fábula amable de la Transición: conciencia del valor corrosivo de la palabra para denunciar que una hay paz levantada en olvido o borradura. El gesto político de Gamoneda consiste en dejar al descubierto, a través de un acto ineludible de memoria, la naturaleza fraudulenta de la sutura y en desvelar su materialidad negativa: silencio, ácidos, suciedad. Sólo una vez llevada a cabo esa tarea de revelación (verdad) y purga, una vez quitados los velos de la mentira, podría abrirse una grieta a la posibilidad de una existencia no opaca (“Éste es el único día digno de ser vivido ya que todos los otros días fueron días de negación”). No obstante, el libro concluye en un escepticismo sin cicatriz, respirando aún por la herida, a la vez que añade un interrogante más; éstos son sus últimos fragmentos:

Profundidad de la mentira: todos mis actos en el espejo de la muerte. Y los carbones resplandecen sobre la piel de los héroes aun despiertos en la imbecilidad.

Y ese alarido entre cristales, esas heridas que no son visibles más que en el instante del amor...

¿Qué hora es ésta, qué yerba crece en nuestra juventud?


Al fondo de la yerba negra de la mentira queda este escribir preguntando al olvido y a la historia aún no escrita, constatación, pero tal vez también ahí un resquicio de apertura.


--------------------------------[Inciso
--------------------------------Casi un leitmotiv de gravedad sombría, esa
--------------------------------insistencia: el relato de cómo avanzo hacia
--------------------------------la muerte. Y, sin embargo, la propia
--------------------------------perplejidad se responde (a sí misma,
--------------------------------asimismo) cada vez con el cuerpo en las
--------------------------------palabras, las palabras del cuerpo, sus
--------------------------------materias, deteniendo toda pulsión
--------------------------------trascendente aquí.

--------------------------------Una conciencia paradójica que tensa el
--------------------------------poema, afilando lo inocente, dulcificando
--------------------------------sus sabores de muerte.]


2.- Intimidades

Una anécdota, la primera experiencia de lo que podría entenderse como una forma de comunicación poética: la aparición de una palabra (sarga era en este caso), desconocida, nunca oída, etc. y sin embargo, a través de aquel poema (¿del Libro del frío, tal vez?), un saber instantáneo, un conocimiento físico, inmediato, que el asombro iba a verificar más tarde en el diccionario.

El temblor de la correspondencia. Grafías, ya entretelas. Acoso y lamento de la boca impaciente contra la lentitud: amordazarse y escuchar. Una resonancia insustituible en el oído, piel en el poema. Que no temblarán las columnas del templo, no, ¿pero aquello?

De entre todos, El libro del frío. ¿Por qué? algunos datos para una (imposible) ecuación:
----------------------------------------profundidad
----------------------------emoción
---------------------------------------------------------------suspensión
-------memoria
---------------------------------------------exactitud
-------------------------------------------------------------------------levedad
--------------intimidad
--------------------------------------------------intimidad
--------------------------------------------------------------------------intimidad, etc.


Decir sin decoro, porque saber de memoria es saber de corazón, desde este (otro) lado: no vemos agua pero hay muchos árboles y, como siempre, para dejar de tiritar tú tarareas: “Tengo frío junto a los manantiales...”.


Durham, 7 de marzo, 2007


publicado en la revista Hojas del Foro, en un número especial sobre Antonio Gamoneda coordinado por Fernando Menéndez
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presentación de *Sonetos del útero* y ciclo de poesía e imagen



Presentación de SONETOS DEL ÚTERO (Bartleby, 2007) de ÓSCAR CURIESES en la librería LA CENTRAL DEL REINA SOFÍA de Madrid.

El viernes día 16 de noviembre a las 19:00 h. tendrá lugar en la librería La Central del Reina Sofía (Ronda de Atocha, 2) la presentación del libro Sonetos del útero escrito por Óscar Curieses publicado recientemente por Bartleby Editores.

En el acto intervendrán Julieta Valero (escritora), José Luis Gómez Toré (escritor) y Pepo Paz (editor). Óscar Curieses leerá posteriormente algunos de los poemas incluidos en el libro.



LA ENANA MARRÓN:
CICLO DE POESÍA E IMAGEN


Viernes 23 de noviembre 21:30 h.
Domingo 25 de noviembre 20:30 h.

POESÍA E IMAGEN

La simbiosis entre la poesía y la imagen constituye el núcleo de este programa que se puede ver en la Enana Marrón. Las relaciones entre estos dos elementos han sido muy fértiles a lo largo de la historia del arte dando lugar a multitud de obras como los caligramas de la Antigüedad, el Barroco y la Modernidad, las adaptaciones de la poesía al cine como Derek Jarman hizo con los Sonetos de Shakespeare en The Angelic Conversation, los documentales basados en la vida de los poetas como el clásico El Desencanto de Jaime Chavarri, o los montajes digitales de poesía visual que se pueden ver últimamente en algunas galerías y portales de Internet.

Este programa titulado Poesía e Imagen trata de ofrecer una pequeña muestra de diferentes trabajos que parten del texto poético (o aledaños) para terminar convertidos en imágenes. En él se da cabida al documental (Sacrificio de Horatius García, trabajo sobre el poeta Claudio Rodríguez), el cine experimental (Biolencias de David Reznak y Óscar Curieses, basado en el poema homónimo de Óscar Curieses), la animación (Cortes publicitarios de Daniel Martínez, basado en el libro homónimo de Javier Moreno) y el montaje de poesía visual (Sin Título de Chús Arellano, basado en poemas del mismo autor). Todas estas obras son representativas de una tendencia a la simbiosis entre distintas artes. El programa Poesía e Imagen trata de sacarlas a la luz y ofrecerlas a un público más amplio puesto que son muy pocos los espacios abiertos a este tipo de iniciativas.
Óscar Curieses

Presentado por Óscar Curieses

Charla coloquio el día 23 con la presencia de los directores: Chús Arellano, David Reznak, Daniel Martínez Pérez y Horacio Jiménez Ríos.


PROGRAMA I

Sin título
Chús Arellano, intervenciones sobre diapositivas, 15 min,
Montaje de poesía visual por Chús Arellano basado en textos propios. Este trabajo ofrece una visión alejada de las imágenes/texto más convencionales del género subrayando la importancia del mensaje a través de distintos procesos.

Biolencias
David Reznak, Video, 7.30min
Oscar Curieses me pidió poner imágenes a su poema Violencias. Me entregó una narración hecha por él mismo de unos 7 minutos que no edité. Sobre esta lectura pegué imágenes monotemáticas pero variadas, consciente de que la riqueza y densidad del poema necesitaban una intervención discreta.

Cortes publicitarios
Daniel Martínez Pérez, Video Digital, 33' 50''+7' 40'' de créditos (modificable, ya que el dvd está dividido en 16 escenas) min
La proyección del mismo título pretende lograr una metáfora del libro visual a través de la animación y el video digital. Se trata de una sucesión de "cortes" de animación donde la palabra poética hace las veces de eslogan para recrear e ironizar el lenguaje publicitario. Este trabajo permite reflexionar acerca de la semejanza entre la retórica de la poesía y la publicitaria.
Basado en el libro de poemas Cortes publicitarios de Francisco Javier Moreno.

Sacrilegio
Horacio Jiménez Ríos, Video Digital, 33 min
Una imagen del poeta Claudio Rodríguez construida a través de distintos testimonios de personas próximas. En el documental aparecen su mujer, Clara Miranda, y también escritores y críticos que se mantuvieron en estrecho contacto con él (Carlos Bousoño, Leopoldo de Luís, Dionisio Cañas, etc.).

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5.11.07

diálogos (más)

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JULIA: la versión de los que niegan /que la nieve sirva / para tenerlos a todos / envueltos
MATSUO: venga, vámonos / a mirar esa nieve / hasta enterrarnos
JULIA: ser lentas, / hablar menos, / pesar menos


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2.11.07

diálogo transoceánico



JOSÉ: "Nací en la casa del moribundo; su cadáver está extenuado: no lo
--------------------- sacudo más, se apaciguó"
FRANCISCO: "De nuevo la niñez,
-------------------------------------_ sus fábulas"


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