De África
todas las caravanas aquí, se diseminan,
—dura más que la ley esta vieja costumbre—
desde el rif, sobre el muro por mafiosos halcones
hasta el buitre infinito, familiar, el penúltimo,
… goma, dátiles, culto del jardín africano,
ocho breves columpios en un árbol, y Eva;
blanda virtud blindada con aséptica plata,
brasa besable, mora;
la memoria se abre: somos simios prohibientes,
ebrios, mutuos, erguidos…
somos pálidos simios incendiados por dentro.
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1 comments:
Excelente. Un descubrimiento.
Gracias, Marcos.
Deviene la relectura,
una abrazote
Víktor
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