por Paula Corroto
La poeta Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, Asturias, 1950) tiene un rostro relajado, acogedor, que acompaña a una mirada que no rehúye otros ojos. García Valdés mira de frente, a lo material, a lo que existe y no es ningún tipo de ensoñación etérea. [sigue leyendo el artículo y el posterior análisis de Carlos Pardo en Público]
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